Durante la jornada del viernes 29 de agosto, nuestro colegio se movilizó en pos del otro. Una jornada donde toda la comunidad educativa se unió con un solo propósito: acompañar, repartir amor y cooperar con acciones concretas que mejoren el bienestar de quienes más lo necesitan.

Desde temprano, el Centro de Padres (CEPA) comenzó el día con un gesto lleno de cariño: ofrecieron un desayuno especial al equipo de mantención y auxiliares, reconociendo su labor silenciosa y fundamental. En paralelo, nuestros estudiantes más pequeños compartieron con ellos, aprendiendo desde el servicio y el agradecimiento.

En el colegio, recibimos a adultos mayores con quienes compartimos momentos de alegría y cercanía. En Malloco, estudiantes organizaron bingos en centros de adultos mayores, bailaron cueca y regalaron sonrisas y compañía.

Otro grupo visitó casas de la zona para ayudar con trabajos de barniz y reparaciones, colaborando con familias que necesitaban una mano amiga. En el Centro de Protección a la Niñez, se realizaron labores de jardinería y mantención, cuidando espacios que acogen a niños y niñas.

En Recoleta, nuestros estudiantes estuvieron en el Hogar de Cristo, donde ya hemos estado presentes. Esta vez, se dedicaron a embellecer baños y entradas, con pintura y jardinería. Uno de los estudiantes de II Medio reflexionó:

“Está muy bien que el colegio se preocupe de hacer estas cosas porque es gente que lo necesita y es una realidad que no se muestra mucho. Que haga que tantos estudiantes vengan a aportar, es muy bueno.”

Dentro del colegio, 8° básico construyó camas para ser entregadas a quienes las necesitan, porque el descanso digno también es parte del cuidado. En esta actividad, estudiantes de IV Medio asumieron el rol de asesores de los más pequeños. Uno de ellos compartió:

“Nos tocó ser asesores de 8° Básico, a los que se les asignó hacer camas, son 8 en total. Estamos muy contentos de participar y poder guiar a los niños, porque en el fondo es muy entretenido y bonito.” Otro agregó: “El colegio ha sido muy organizado y se ve harto la intención de los alumnos en participar, sobre todo en el ámbito de construir. Les llama mucho la atención.”

La Encargada de Pastoral y Formación, María Paz Galleguillos, resumió el espíritu de la jornada:

“Más que una actividad puntual, este proyecto representa una experiencia significativa para los niños y niñas. Les permite conocer otras realidades, reflexionar sobre ellas y descubrir que también pueden ser agentes de cambio. A través del encuentro con otros, aprenden a mirar con respeto, a valorar la diversidad y a comprender que el servicio no es solo una acción sino una actitud que constituye comunidad.”

En fin, todo el colegio se movilizó en pos del otro. Porque creemos que educar también es formar corazones solidarios, y que cada gesto, por pequeño que sea, puede transformar una vida.