Durante la jornada, abordamos las llamadas “balas de cañón” que han enfrentado en sus vidas, ayudándolos a reconocer la importancia de la resiliencia y de mirar su historia con gratitud y esperanza. A través del testimonio inspirador de un exalumno, los estudiantes se sumergieron en una reflexión sobre sus ideales, talentos y temores, identificando qué los impulsa y qué obstáculos encuentran en su camino.
El propósito de esta instancia formativa es que cada estudiante se reconozca como una luz para el mundo, capaz de contribuir con sus talentos y fortalezas al servicio de los demás. Para profundizar en esta reflexión, invitamos a las familias a acompañar a sus hijos en este proceso, promoviendo espacios de conversación en casa sobre sus sueños, experiencias y aspiraciones.
Confiamos en que este camino de discernimiento los ayudará a construir su proyecto de vida con gratitud, confianza y vocación de servicio.