Los jóvenes de 8° Básico vivieron, en la localidad de El Quisco, su Campamento de la Amistad, un espacio de encuentro, de intercambio de vivencias y de reflexión que les permitió crecer en la dimensión personal y socio-afectiva.

De esta forma, nuestros estudiantes lograron ir descubriendo la imagen que tienen de sí mismos y lo que proyectan a los demás, aprendiendo a relacionarse mejor con sus pares, a practicar el trabajo en equipo y a reconocer y fortalecer los lazos de amistad. Además, trabajaron en la espiritualidad, reconociendo a Jesús como un amigo, presente en cada uno de los compañeros, con sus debilidades y fortalezas.

Los estudiantes que vivieron esta experiencia reconocieron los cuatro pilares fundamentales para mantener una sana convivencia y poder desarrollar una amistad plena: el respeto, la disponibilidad, la comunicación y la confianza y se comprometieron a desarrollarlos y trabajarlos durante este año.

Eloísa Barrera, de 8° Básico B, señala que el campamento fue muy significativo para ella y que le sorprendieron las actividades que se hicieron, que tenían que ver con la expresión de las emociones. “Hubo espacios para abrirnos y me agradó la actitud que tenían las demás personas, que era muy colaborativa, y el ambiente se sentía grato. Me gustaron mucho los espacios para hablar de nosotros mismos y me di cuenta de muchas cosas mías y de cómo me siento frente a algunas situaciones”, dice.

Finamente, puntualiza que le hizo mucho sentido la reflexión surgida en la experiencia “el regalo más preciado para nosotros mismos, somos nosotros mismos”, porque los invitó a quererse tal como es cada uno.