Compartimos el saludo de nuestro rector, José Luis Avilés, en este día de San Ignacio, fecha en que, además, estamos finalizando la celebración del Año Ignaciano.

Querida comunidad:

Durante esta semana, de retorno al Segundo Semestre del año, hemos compartido un tiempo especial de celebración de nuestra espiritualidad. Hoy 31 de julio es el día de San Ignacio y como comunidad hemos fijado la mirada en su enseñanza para situar nuestros aprendizajes. Aprendemos a vivir desde la experiencia y descubriendo en la historia lo que somos y aquello a lo que estamos llamados.

Ignacio, fiel combatiente, defiende con su vida a su señor y recibe una bala de cañón que lo tira al suelo. Sus sueños e ideales caen con él y se ve limitado a seguir realizando aquello que creía le daba sentido a su vida. Luego de una larga recuperación, experimenta un profundo llamado a cambiar su lucha por algo mucho más duradero que el mérito y el honor que se termina. Comienza un nuevo camino que lo lleva a encontrar un sentido de vida sólido, firme y consistente en el llamado que Dios, nuestro Señor, lo invita seguir. En el fondo de su alma, se enamora de una vida nueva que lo llevará a transmitirnos a nosotros el deseo de amar y servir en todo.

Después de más de 500 años nos seguimos nutriendo de esta tremenda experiencia, reconocemos la acción de Dios y nos ponemos de pie cada día para seguir aprendiendo a vivir con gratitud y disponiéndonos a servir.

Que este tiempo de descanso en las vacaciones, con renovada energía, nos disponga a seguir adelante con mucha esperanza y alegría.

Afectuosamente,

José Luis Avilés Radic
Rector