La vida pasa y es necesario estar alerta. Pasan muchas cosas cotidianamente que no las vemos, porque ya forman parte del paisaje. Por alguna razón dejamos de asombrarnos de cosas que encontrábamos tan bellas y sorprendentes, porque siempre están ahí; nos acostumbramos a tenerlas y les vamos restando valor.

Cuando pasa el tiempo y es necesario tomar decisiones o simplemente el curso natural de las cosas nos obligan a hacer cambios valoramos lo que teníamos, porque ya no estarán más. Esta es la experiencia que cada año tienen nuestros estudiantes de IV° Medio cuando los despedimos del colegio. Ha pasado rápidamente el tiempo y las cosas cambian sin remedio.

Los compañeros y profesores que siempre estaban al comenzar cada año ya no estarán y probablemente no tendremos el patio común para compartir un recreo, la última copucha, el repaso rápido de alguna materia para la prueba o simplemente poder llorar en el hombro de quien ha ganado mi confianza simplemente por compartir la vida.

Pero este no es el final. Los cambios nos abren nuevos horizontes, salimos de un espacio y descubrimos otros maravillándonos con nuevos rumbos, vamos escribiendo nuevas historias y seguimos tomando decisiones.

Nuestro deseo es que ellos, los que parten, sigan eligiendo el bien para vivir felices y siempre busquen el amor y la justicia en todas aquellas partes donde estén. Para nosotros, los que nos quedamos, el deseo es de seguir con fidelidad acompañando a los que vienen detrás para que el próximo año volvamos a repetir el rito de despedida más bonito… rompemos el cascarón para volar muy alto.

Queridos estudiantes de IV° Medio 2021: buen viaje, estaremos aquí para cuando nos necesiten y ha sido un privilegio acompañarlos estos años. Buen viaje para todos.

Con el cariño de siempre,

José Luis Avilés Radic
Rector