Durante este tiempo de aprendizaje mediante pantallas, hemos debido flexibilizar su uso, permitiéndole a nuestros niños y jóvenes utilizarlas por periodos más largos respecto a lo que se recomendaba habitualmente. Esto, porque ellas son el único medio por el cual se puede mantener contacto social con pares y seres queridos, aspecto fundamental del desarrollo socioemocional.

Sabemos que los tiempos de exposición son prolongados y en ocasiones cansadores. Por ello, recomendamos que la hora de recreo sea una instancia para desconectarse, utilizando ese momento para realizar pausas activas entre cada clase con la finalidad de que este movimiento físico ayude a nuestros niños y jóvenes a disponerse y motivarse a la clase siguiente. Bailar, saltar, realizar retos o ejercicios de relajación cambiarán la rutina del aula a la que están acostumbrados.

Es importante, además, mantener los límites habituales sobre las normas establecidas antes de la cuarentena. Por ejemplo, si el tiempo máximo para usar una consola o celular estaba limitado, la idea es que esto siga siendo así, animando a nuestros estudiantes a buscar actividades alternativas para pasar sus ratos libres. Propiciemos los espacios para que expresen sus preocupaciones, para que jueguen juegos de mesa, para leer o colorear en familia, etc.

Mientras dure esta modalidad, invitamos a nuestros estudiantes a seguir participando en clases con entusiasmo, a continuar comunicados con sus profesores y compañeros, y a vivir esta experiencia como un aprendizaje que nos ha permitido desarrollar nuevas habilidades y formas de mantenernos conectados.

Un abrazo cariñoso,

Alicia Castro Preter
Directora Primer Ciclo