Hace unos días fue la última oración cantada de este año tan especial. El equipo de Pastoral, desde mayo hasta noviembre los últimos miércoles de cada mes, estuvo dispuesto para compartir con la comunidad y tantos otros que se sumaron para hacer oración, cantar, y acompañar.

La última oración cantada fue desde la capilla y se abrieron las puertas para quienes se inscribieron a ir. También se recordaron los meses de este tiempo de oración a través de varios signos:

Mayo: una cadena, porque con ella rezamos por todas esas cadenas que nos atan.
Junio: un calendario, porque con él rezamos para darle un vuelco a los días difíciles.
Julio: una mascarilla, porque con ella recordamos la distancia social pero no la del corazón.
Agosto: la camioneta del Padre Hurtado. Con ella se nos ayudó a rezar para darnos cuenta que la solidaridad es un “modo de vida” y no algo repentino.
Septiembre: la bandera Chilena. Rezamos por este Chile lindo y querido que hemos extrañado
Octubre: la Virgen María, ya que rezamos con los jóvenes en donde nos ayudó a rezar nuestro ex-alumno Francisco Lorenzini y nos invitó a ser valientes como María
Noviembre: el signo fue el aforo de 30 personas. Devolvimos a nuestra capilla la alegría del encuentro con el Señor y con la comunidad.

Agradecemos a todos quienes siguieron y acompañaron, al gran coro que puso en cada nota todo su amor y voluntad para que esto resultara. Destacamos la labor del director Néstor Pérez, quien fue un gran motor para que todo llegara a nuestros hogares, y de los hermanos Olea quienes colaboraron generosamente en los dos últimos encuentros para que el sonido llegara a las pantallas.

¡Un abrazo cariñoso para esta gran comunidad Misionera que llega lejos!