En octubre recordamos el descubrimiento de América y lo que este gran paso ha significado. El encuentro de dos mundos generó nuevos aprendizajes en la diversidad cultural, artística, musical, cosmológica, tecnológica, científica y hasta teológica.

El apasionamiento y la convicción del navegante Cristóbal Colón, lanzado  a la aventura del  ancho mar con la esperanza puesta en un horizonte aún incierto, abrió la puerta a una nueva comprensión del mundo. Este proceso, cuestionado y releído desde distintas posiciones, no ha sido fácil. Ante lo desconocido e incierto, la violencia, los desencuentros, miedos  y sometimientos, el ser humano reacciona de diversas formas  y  varios siglos han ido escribiendo una nueva historia para todos.

El mundo ya no fue el mismo después de estos acontecimientos. Del mismo modo podemos experimentar nuestro presente. Lo que hemos vivido en los últimos meses nos sitúa en un nuevo escenario. Se nos abre un gran océano que invita a navegar mar adentro para descubrir nuevas formas de habitar el mundo. Atentos a los descubrimientos y aprendizajes llegaremos a tierra firme maravillándonos con espacios nuevos para crecer y fortalecer nuestra humanidad.

¡Vamos mar adentro, naveguemos con confianza y seguridad hacia ese nuevo mundo que nos espera!

Con el cariño de siempre,

José Luis Avilés Radic

Rector