Durante el tiempo de cuarentena, hemos visto cómo en muchas partes del mundo los niveles de contaminación en el aire han bajado sustancialmente. También se han mostrado imágenes en las noticias de lugares icónicos, como los canales de Venecia, donde las aguas se han vuelto azules y claras, donde por primera vez en muchos años se han visto delfines y otros animales marinos.

Es importante, sin embargo, tener en cuenta que estos cambios se deben al confinamiento y a la baja en la producción y transporte de las grandes industrias y, por lo tanto, son mejoras temporales. Así lo indica nuestra profesora Miss Kimberly Verdugo, quien entrega algunos consejos para reciclar en casa, ya que, a su juicio, en cuanto se vuelva a la vida de siempre, volveremos a los niveles usuales de contaminación.

“Recomiendo comprar ropa, muebles, libros y decoraciones de segunda mano para evitar  el uso de recursos para crear algo que ya existe. También es bueno bajar el uso de desechables comprando a granel, usando servilletas de género y comprando bebidas en envases reutilizables. Los snacks empaquetados para uso personal crean mucha basura y es mejor evitarlos. Finalmente, sugiero crear un sistema de reciclaje para materiales orgánicos a través del compost o de la lombricultura que genera un efecto muy grande sobre nuestros residuos y baja el nivel de gases metanos producidos al pudrirse los restos de nuestra fruta y verdura”, sugiere.

Nuestra estudiante de 8° Básico A, Trinidad Mardini, está consciente del problema de la contaminación ambiental, por lo que hace un tiempo desarrolla acciones para cuidar nuestro entorno. “Siempre hay que tratar de hacer lo mejor posible para cuidar el medio ambiente y este tiempo en casa se puede aprovechar para reciclar. A mí me encantan los animales y la naturaleza, por eso me preocupo del planeta”, dice.

“Siempre me fijo en los envases y cosas que se pueden reciclar. Cuando empezamos a hacerlo como familia me di cuenta de que la cantidad de basura que producíamos bajó muchísimo, porque separamos las cajas de leche, las botellas, tipos de plásticos, papel y cartón y después los llevamos al punto limpio. Aunque sea una acción que es como un granito de arena, siento a la vez que es muy grande y me siento bien al hacerlo”, plantea.