De un día para otro, nos vimos enfrentados a cambiar los hábitos de vida y en todo este tiempo hemos desarrollado otras rutinas llevando otro ritmo en lo cotidiano. Para muchos este periodo puede ser atípico o incómodo, pero es importante volver la mirada hacia lo positivo y no olvidar que existen otros aprendizajes que se pueden evidenciar y valorar hoy.

A modo de examen personal, es bueno buscar aquellos frutos que tal vez nadie ha visto y que han aportado a nuestro crecimiento. A través de las pantallas, nos encontramos en misas, en reuniones con amigos y con la familia, conciertos, profundización de estudios, cursos y charlas. Vamos adquiriendo otras competencias que nos permiten enfrentar con más herramientas los desafíos del cambio contribuyendo positivamente al desarrollo de todos.

Pepe Menéndez, profesor y asesor en procesos de transformación educativa de Barcelona, plantea que “la pandemia es una tremenda oportunidad de aprendizaje, la cual no tan solo está dirigida a la evidencia que podemos recoger en lo académico, sino a toda la experiencia que se ha desarrollado en el ámbito de las relaciones”. Utilicemos, entonces, el tiempo en casa para contar con mayor espacio para el conocimiento personal y espiritual, descubriendo habilidades en nuestros diversos ámbitos como seres humanos.

Aprovechemos todas las experiencias que cada uno está viviendo con sus propias oportunidades y a su propio ritmo.

Fernando Ahumada Sánchez
Director Tercer Ciclo