Con el objetivo de favorecer la integración de los padres y estudiantes a un nuevo ciclo, considerando los cambios que esto conlleva, y para dar valor a la fraternidad y a la entrega del bien común, se realizaron, entre abril y junio, los encuentros padre e hijo de ambos 3°s Básicos.

Esta instancia ayuda a favorecer la pertenencia, identificación e integración de los padres y niños, promoviéndose así la sana convivencia, y el reconocimiento de sus “nuevos” compañeros de curso.

Según la profesora jefe del 3° Básico A, Daniela Tapia, hubo una excelente disposición y asistencia, a pesar del frío. “Partimos con una hermosa reflexión en donde ‘miramos’ la relación con nuestros hijos desde un punto de vista ignaciano. Luego realizamos competencias en donde mamás, papás y niños jugaron y dieron todo de sí con alegría y diversión promoviendo la colaboración y el trabajo en equipo”, destaca.

La docente agrega que, posteriormente, se realizaron análisis de casos, conflictos o problemáticas menores que experimentan los niños dentro en la jornada escolar, donde todos aportaron valiosas ideas y soluciones, dando énfasis en la autonomía de los estudiantes. “Se fueron muy contentos, con sensaciones positivas y muy agradecidos por la experiencia vivida”, dijo.

Por su parte, el profesor jefe de 3° Básico B, Patricio Saldías expresó que lo más destacable de la jornada de su curso fue el compromiso de las familias por acompañar a sus hijos e hijas en esta experiencia de caminar en este nivel, disfrutando de sus sonrisas y escuchando sus opiniones para solucionar algún tema que los mueva.

“La evaluación de este encuentro es muy positivo, y permite reconocer al grupo, y saber que la experiencia de uno es también la del otro. Permite reconocer a Jesús en cada momento del encuentro, desde la oración inicial hasta el signo de la vela en la capilla”, concluye.